sábado, 30 de agosto de 2014

La Narratología

Narratología: disciplina que se ocupa del discurso narrativo en sus aspectos formales, técnicos y estructurales. En definitiva, es la teoría de los textos narrativos (y de ciertos aspectos de los textos teatrales).

Narrar: referir una sucesión de hechos que se producen a lo largo de un tiempo
determinado y que, normalmente, da como resultado la variación o transformación de la
situación inicial.

PRINCIPALES GÉNEROS NARRATIVOS

Epopeya: relato muy extenso escrito en verso largo y de estilo solemne que cuenta las hazañas idealizadas de uno o más héroes de la Antigüedad.

Novela: relato escrito en prosa de extensión variable (normalmente amplia) en la que se presentan unos hechos generalmente ficticios y un argumento elaborado con el fin de deleitar al lector (Don Quijote de la Mancha, 1605-1615, Miguel de Cervantes.

Cuento: relato breve de hechos ficticios con un argumento simple y lineal. Hay dos tipos de cuentos.

Fábula: relato muy breve con una evidente finalidad moral, usualmente escrito en verso, con cierto tono humorístico o irónico y que suele estar protagonizado por
animales de carácter simbólico dotados de atributos humanos; se acostumbra a
terminar con una moraleja (Fábulas, s. IV a. C., Esopo).

Apólogo: cuento corto en prosa de finalidad didáctico-moral, tono serio y base
alegórica. Tanto la fábula como el apólogo e incluso el cuento popular fueron usados
durante la Edad Media en colecciones como “enxienplos” para ilustrar y demostrar una
máxima o consejo (El conde Lucanor, 1330-1335, Don Juan Manuel).

Leyenda: relato, normalmente en prosa, de origen tradicional y oral en el que un hecho histórico aparece transfigurado o exagerado por la imaginación popular (Leyendas, 1871, Bécquer).

Romance: serie de versos octosílabos en los que predomina la narración épica, aunque también puede tratar temas líricos o novelescos; proceden de la fragmentación de los cantares de gesta (Cancionero de Romances, 1547 o 1548, Martín Nucio).

ELEMENTOS DEL TEXTO NARRATIVO

Los acontecimientos:

Toda historia está compuesta por una acción narrativa, esto es, un conjunto de
acontecimientos (actos, hechos o sucesos) que se desarrollan consecutivamente desde una situación inicial e inestable hasta un desenlace donde se resuelve dicha situación y alcanza una estabilidad. Estos acontecimientos que integran la acción son experimentados por los actores y se ordenan causal y cronológicamente vertebrando el esqueleto narrativo de la historia.
Al pasar de la historia al relato se usan principalmente dos técnicas: la selección
(normalmente, el autor no puede o no quiere incluir todos los acontecimientos y debe
escoger los más interesantes) y la morosidad (retrasar o alargar de algún modo los
elementos más atractivos de los acontecimientos para sostener la tensión narrativa).
Además, como veremos más adelante, dentro del relato puede alterarse el orden
cronológico de los acontecimientos para captar mejor el interés del lector o con un fin artístico.

Los personajes:

Son cada una de las personas y seres conscientes (reales o ficticios) que intervienen en la acción y viven los acontecimientos narrados.

Ambiente (o atmósfera):

Se refiere a las relaciones que se establecen entre los personajes y las coordenadas espacio-temporales en las que se desarrolla la acción narrativa. También podemos entenderlo como las circunstancias que rodean a los personajes.

El tiempo:

El tiempo en la narración expresa el orden y la duración de los acontecimientos que se
cuentan.

El espacio:

Es el soporte de la acción, el marco o lugar donde suceden los acontecimientos y se sitúan los personajes.
El espacio puede ser un mero escenario o también puede contribuir al desarrollo de la
acción; a veces incluso exige y justifica la evolución de los acontecimientos en el relato y contribuye a la verosimilitud. Los espacios pueden ser ficticios o reales.

La focalización:

También llamada visión, punto de vista o perspectiva narrativa, es el lugar en que se sitúa el narrador para conseguir el interés del lector. El narrador es la entidad (normalmente ficticia) encargada de desarrollar el relato. No debe confundirse con el autor, que es la persona real responsable del texto narrativo, el escritor que da forma a la historia a través de dicho relato. Existen varios tipos de narrador.

El contrapunto:

Consiste en contar simultáneamente varias historias (o la misma desde diferentes puntos de vista). Los personajes, tiempos y espacios se entremezclan sin previo aviso, mezclando también distintas perspectivas narrativas y, por tanto, diferentes narradores (el primero en usar esta técnica procedente de la teoría musical fue Aldous Huxley, en Contrapunto, 1928).