Al hablar transmitimos ideas, pero también expresamos nuestra actitud ante lo que decimos. Y así, podemos presentar una misma idea de formas muy distintas. Afirmar, preguntar, exclamar, manifestar deseo o duda son algunas de las actitudes que el hablante muestra en los enunciados que construye. Estas actitudes pueden referirse al oyente (modalidad comunicativa) o a lo que se dice (modalidad enunciativa). Las oraciones se dividen en distintas clases según dichas actitudes.
Clases de oraciones según el tono o la actitud del hablante
• Oraciones enunciativas: llamadas también aseverativas o declarativas, expresan un hecho o un pensamiento al que el hablante atribuye una realidad objetiva. Nos informan, nos dan una noticia verdadera o falsa. Estas oraciones se pronuncian con una entonación enunciativa y su verbo aparece en modo indicativo: Juan tiene doce años.
• Oraciones interrogativas: se utilizan para hacer una pregunta y frecuentemente van encabezadas por un interrogativo (qué, quién, cuál, cuándo, etcétera).
• Oraciones exclamativas: expresan alegría, sorpresa, admiración, temor, dolor y otras emociones, y frecuentemente van encabezadas por un exclamativo. Se escriben entre signos de admiración y se pronuncian con entonación exclamativa: ¡Está buenísimo! ¡Nunca te lo diré!
• Oraciones dubitativas: sirven para expresar duda mediante adverbios y expresiones adverbiales como quizá, tal vez, acaso, etc., que preceden a un verbo en modo subjuntivo o en indicativo: Quizá llueva esta tarde - Tal vez dijo la verdad.
• Oraciones exhortativas: expresan una orden, una prohibición, un ruego o un consejo. Suelen llevar el verbo en imperativo, si la oración es afirmativa, o en subjuntivo, si la oración es negativa: No les hagas caso.
• Oraciones desiderativas: expresan un deseo. Ojalá apruebes el examen.- Me hubiera gustado acompañarte.